Néstor, la verdad de una mentira

Néstor de la Torre fue director de selecciones nacionales y antes fue directivo de Chivas Mexsport

LOS ÁNGELES -- Néstor de la Torre tira, maliciosamente, un trozo de carne envenenada. Y hay quien, torpemente, se atraganta con el bocado. Y hay quien, torpemente, se atraganta con el veneno.

Néstor usa una mentira para sustentar una verdad. Y Néstor usa una verdad para sustentar una mentira. Y hay quien, torpemente, se atraganta con las verdades manipuladas. Y hay quien, torpemente, se atraganta con las mentiras manipuladas.

Néstor saltó al púlpito que le abrió en una interesante entrevista el diario Mural de la ciudad de Guadalajara.

Y el ex presidente de Chivas quiso comparar dos épocas disímbolas entre sí. Lo mejor será enumerar puntos clave para evitar confundir sobre esta relación.

Ojo: para comparar no cabe vestirse hipócrita y advenedizamente ni de abogado ni de fiscal. Hacerlo, es ir contra la naturaleza de este oficio y revela, en quien lo hace, una comodina y acomodaticia propensión a subastar su criterio. Y pasa. Vaya que pasa.

Vayamos a la era Martínez Garza.

1.- Empresario exitoso, se metió a un mundo donde sólo hay hienas y lobos. Y él era carne fresca, tibia.

MexLub, en 1993, cuando Martínez Garza asumía el control de Chivas facturaba 225 millones de dólares anuales. Hoy, casi 20 años después, equivaldría a cerca de 343 millones de dólares por año. Una fortuna. Vamos, con ese dinero, habría construido un Estadio Omnilife con un 25 por ciento extra de capacidad.

2.- Martínez Garza llegó expuesto. Un tiburón en los negocios, se convirtió en un pez tropical entre barracudas habituadas al canibalismo.

Y empezaron a saquearlo pausada y paulatinamente. Más de 50 millones le sacó del bolsillo Guillermo Lara llevándose medio equipo de León y otros equipos al Guadalajara con el respaldo de su entonces representado Alberto Guerra.

Llegaron jugadores de peso: Missael Espinoza, Carlos Turrubiates, Alberto Coyote, Guamerú García y Ramón Ramírez, entre otros.

Pero Guerra y Lara fracasan: en su primer año, los elimina Morelia en el Repechaje. En el segundo, caen ante Necaxa en Semifinales.

El siguiente torneo llegan Oswaldo Ardiles y Leo Beenhakker. Se reparten el fracaso en el torneo 1995-1996. En el primero de los torneos cortos, Tuca Ferretti clasifica a Chivas a la Liguilla y en el Verano de 1997 consiguen el título.

Y enseguida, Chivas empezaría a ser embaucado por Televisa durante el resto de su gestión. Ya se dijo en los dos anteriores BLOGS sobre el tema: le paga las transmisiones con ruinas. Carlos Hermosillo, Luis García y Ricardo Peláez.

En su penúltimo año, el entrenador le llega director de Televisa: Óscar Ruggeri para un caótico Verano 2002, mientras seguía siendo saqueado con jugadores de medio pelo. En el Apertura 2002 Daniel Guzmán con una nómina ya maltratada, vencida, logra clasificarlos séptimo a Liguilla.

Para entonces, la economía de MexLub, una, y la más importante, de las nueve empresas de Martínez Garza, no podía soportar seguir amamantando a Chivas.

Es entonces cuando Martínez Garza ofrece a Jorge Vergara entregarle seis meses antes el equipo.

Todavía hace un año, seguía pendiente un proceso de investigación penal y judicial hacia Mexlub. Durante 17 años, la empresa de Martínez Garza no entregó utilidades a pesar de tener el manejo exclusivo de aceites en México y seguía sospechosa de desfalco millonario al país.

¿Qué dejó Martínez Garza? Ruinas en su economía, ruinas en el Club Deportivo, ruinas en fuerzas básicas y el equipo hipotecado con Televisa.

Ojo: su error fue ingresar a un mundo donde todo su colmillo retorcido de empresario fue inútil. Los promotores lo embaucaron. Los administradores del Club se quisieron pegar a la ubre. Martínez Garza se vio traicionado por sus consejeros.

Podrían agregarse detalles de su vida personal, pero sería alevoso hacerlo, más ahora cuando está alejado del medio.

Como puede verse, el hundimiento era casi total en la época de Martínez Garza, además de que Chivas era el equipo mejor pagado de México, con los mejores sueldos y encima con juego múltiple de contratos para engañar al fisco y a la contabilidad del club.

Su saldo: un título y un subcampeonato, cortesía de Ferretti. Y la mejor época de la cancha del Estadio Jalisco, cuando él pide a Clubes Unidos de Jalisco hacerse cargo de su mantenimiento, cuando había prometido una Super Chivas y un nuevo Chivas Campeonísimo.

Ojo: Martínez Garza es fanático de Chivas y relataba emocionado aquella noche de adolescente cuando vio a su equipo consumar la metamorfosis de oruga del fatídico Ya Merito a la mariposa del Campeonísimo, el 3 de enero de 1957.

Jorge Vergara, por el contrario, ha sido atlista toda su vida, de hecho primero quiso comprar al Atlas antes que al Guadalajara.

Como puede verse, el trozo de carne envenenada lanzado por Néstor tiene una verdad sosteniendo una mentira y una mentira sosteniendo una verdad.

Cierto a los 10 años se vive una crisis, pero por situaciones totalmente distintas.

Aquel Chivas fue mordisqueado de manera inclemente por los grandes depredadores de esa época, que siguen vivos y activos.

Al Chivas actual, a diferencia del de MexLub, lo desestabilizan, lo conmocionan, las decisiones equivocadas del dueño, como por ejemplo no contratar refuerzos, aunque, la vez que se atrevió a hacerlo, con la supervisión y recomendación del hoy acusador Néstor, se cometieron las mismas torpezas que en el ocaso de Martínez Garza: jugadores que no rindieron como Jared Borgetti, Carlos Ochoa, Amaury Ponce, Salvador Carmona, etcétera.

Vergara, estrictamente él, ha puesto a Chivas en donde está. Está reacio a contratar refuerzos. Pretexta que no los hay o que tienen precios prohibitivos. Debe entender que no hay nada más caro, doloroso y deficitario, que un estadio vacío. Hoy el Omnilife es un monumento a los coliseos deportivos. Pero, también, es un mausoleo magnífico del desprecio de su afición.

Hay un punto en común entre Chivas-MexLub y Chivas-Vergara, que extrañamente Néstor no quiso, no supo, no pudo o pensó que no debía citar.

El campeón del verano 97, con Ferretti, necesitó de seis jugadores titulares que llegaron de fuera: Martín Zúñiga, Claudio Suárez, Ramón Ramírez, Alberto Coyote, Missael Espinoza y Gustavo Nápoles.

El campeón de Apertura 2006 también se fincó en sangre foránea entre los titulares: Oswaldo Sánchez, Diego Martínez, Gonzalo Pineda, Alberto Medina (llegó de Cruz Azul), Adolfo Bautista y Ramón Morales, además de eventuales relevos como Sergio Santana, Juan Pablo Rodríguez y Manuel Sol.

Y por otra parte, en medio de las decisiones demenciales de Vergara, Chivas tiene, al menos, estadio propio, el 30 por ciento de las acciones del Jalisco, una proceso de canteras, una base promisoria de jugadores.

Sin embrago, necesario insistir, el andamiaje de su construcción se tambalea, al haber roto la estructura de formación de entrenadores y estar recurriendo a la contratación de técnicos sin fundamentos rojiblancos, de esos mismos que en su momento también consensuó con el hoy acusador Néstor y que no pueden habérsele olvidado tan rápidamente porque él presentó orgulloso a Xabier Azkargorta, Paco Ramírez y Raúl Arias, quienes casi abortan el proceso de jugadores como Chicharito Hernández.

Si: Néstor tiró un trozo de carne envenenada. Unos se atragantaron con el bocado. Otros se atragantaron con el veneno.

Y Néstor tiró mentiras que sustentaban verdades y verdades que sustentaban mentiras.

Lo que olvidó Néstor es que él mismo, al ser protagonista de esas verdades, también es protagonista de esas mismas mentiras.

A manera de referencia, pueden consultar dos BLOGS recientes: "Carta abierta a Jorge Vergara" y "Si no lo vende que no lo abandone" .