El cierre del año tenístico femenino podía centrarse en la disputa por el número uno del ranking mundial entre Aryna Sabalenka e Iga Swiatek, el regreso (esperado) del tenis al continente asiático pospandemia o de la oleada de jóvenes talentos que empuja para meterse entre las mejores. Sin embargo, las WTA Finals se tiñeron de quejas, malas noticias y sinsabores de las protagonistas.
Lo que debía ser una fiesta para el circuito WTA y para México terminó siendo todo lo contrario. En primer lugar, a falta de cinco días para el inicio del torneo, las instalaciones estaban sin terminar y ahí ya comenzaron las críticas. Quizás la más resonante fue la de Marketa Vondrousova, quien posteó una historia en su Instagram de las ocho participantes del torneo, vestidas como “obreras”.
Tras haber caído en su primer partido ante Swiatek tiró: “Mis primeras WTA Finals no están siendo como esperaba. Trabajamos duro todo el año para llegar a este torneo, el cual está siendo una decepción. El estadio no está preparado para los partidos, siento que la gente de la WTA no está interesada en cómo nos sentimos las jugadoras, quienes debemos competir en esa cancha. Sentimos que nadie nos escucha, nadie se interesa por nuestra opinión, es muy triste”.
A partir de allí todo comenzó a ser un caos para las "maestras" del 2023. Tal es así que Sabalenka también usó sus redes sociales para expresar el descontento general. La bielorrusa reflejó que apenas tenían dos canchas para entrenar hasta un día antes del inicio de la competencia.
Luego aprovechó la gran cuota de seguidores que tiene en sus redes sociales para dar un fuerte comunicado: “...Debo decir que estoy muy decepcionada con la WTA y la experiencia que estamos teniendo con las WTA Finals. He sentido que la WTA me faltaba el respeto. Creo que la mayoría lo hemos sentido así. Este no es el nivel de organización que una espera para un torneo así. Honestamente, no me siento segura moviéndome sobre esta cancha durante mucho tiempo. La pelota no pica del todo bien, además de no haber tenido la opción de practicar en la cancha central por primera vez hasta un día antes del comienzo del torneo. Esto no es aceptable para mí en una situación donde hay tanto en juego”.
Sin embargo, su crítica únicamente fue contra la WTA y no contra el torneo: “Después de decir todo esto, me gustaría mostrar mi aprecio para los organizadores, para todo aquel que ayudó a que se construyera esta cancha en el último minuto y para todo aquel que esté trabajando en el evento. Sé perfectamente que no es su error, así que quiero dejarlo bien claro, así como tampoco lo es de todos los fanáticos mexicanos que han venido a vernos, a los cuales amo y tengo muy en consideración. Estoy muy feliz de estar en México, pero también me siento decepcionada con la WTA y con toda esta situación”.
Ya desde antes que comiencen las WTA Finals, la número uno del mundo se mostró muy molesta y expresó su deseo de que “la WTA haga un mejor trabajo el año que viene”.
Elena Rybakina fue otra de las jugadoras que se quejó por no poder entrenar en la cancha principal hasta un día antes. “Me sorprende que no haya tenido oportunidad de entrenar ahí todavía. Tengo partido mañana, así que estoy un poco decepcionada. Es lo que hay, intentaremos hacerlo lo mejor posible con nuestro tenis, algo que no es sencillo con las condiciones de viento”, supo comentar la kazaja en la previa de su debut.
Quien luego también se alineó a Sabalenka y Rybakina fue Ons Jabeur, sosteniendo que: “le hubiera gustado que el estadio estuviera listo más de un par de días antes para poder tener una mejor preparación".
“Las condiciones del torneo están siendo muy complicados, faltó poco para que el viento se llevara volando mi raqueta. Lo más difícil es controlar tus emociones en determinados momentos, es muy sencillo caer en la frustración y empezar a echarle la culpa a todo lo que está pasando alrededor. Al final del día intento recordar que todo esto es para nosotras, que simplemente tengo que encontrar los huecos dentro la pista para ganar los puntos, aunque reconozco que luego en la práctica cuesta mucho llevarlo a cabo”, firmó la tunecina.
Como si ya no hubiera problemas, la meteorología hizo su parte. El sitio web polaco especializado en tenis “Z Kortu” publicó un video en el que se veía arena dentro de la cancha principal. La lluvia fue la protagonista de esta situación que no pasó para nada inadvertida. A eso, se le suma un partido de dobles con el estadio vacío. Debido a las precipitaciones, se reprogramó un duelo y el mismo comenzó una hora antes del horario de inicio habitual de los partidos. Se estima que esta fue la situación por la que se jugó prácticamente sin la presencia de espectadores en la tribuna.
La respuesta "organizativa" no tardó en llegar. Steve Simon, CEO de la WTA, se vio obligado a salir a hablar por todo lo ocurrido y en un comunicado, responsabilizó al ente regulador del tenis femenino por lo ocurrido. “Está claro que no están contentas con la decisión de estar en Cancún. Entiendo eso y han sido escuchadas. No es un evento perfecto, entendemos que las condiciones son un desafío y la WTA por supuesto que acepta la responsabilidad de eso. Agradezco que hayan reflejado en los medios el significativo apoyo de México y de todas las personas que están trabajando duro para organizar este evento. Les deseo la mejor de las suertes para el resto de torneo y, como, siempre, estamos aquí para brindar todo el apoyo y asistencia que podamos”, continuó el comunicado.
En medio de la semana de Halloween, la pesadilla de las profesionales fue más que evidente. La WTA toma nota y 2024 será una revancha para las de adentro y los de afuera.
Toda la actividad de las WTA Finals de Cancún, en exclusiva por ESPN y STAR+.